domingo, 30 de enero de 2011

¡Let Freedom Ring!

Chuck Prophet está que se sale. Hace unos días estaba incendiando, pletórico, las salas españolas con su recreación del London Calling de The Clash y en esas que reparo en ¡Let Freedom Ring!, cuyo primer tema curiosamente parecía barruntar el homenaje clashistico. Es su último disco hasta ahora, grabado en México, D.F., con un montón de canciones buenas que ya quisieran para sí cualquier oso o vaca sagrada de la América del Norte, y con una intensidad y un ambiente que le reinventan y le reivindican de nuevo, como uno de los songwriters más inspirados que tenemos en lo del americana? Por cierto, la singular estampa de portada me da que tiene un nosequé a la portada de El Singapur de Ángel Petisme.

ExPLENDID BEHAVIOUR ARRIVAL.


Conexiones y antojos más o menos extravagantes. Me gustaría decir The Pogues (sin Shane McGowan) y Gabriel Sopeña antes que Tom Petty o Tom Waits o Robi “Draco” Rosa antes que Bob Dylan pero podría resultar, eso, una salida de tono. Este ExPLENDID BEHAVIOUR ARRIVAL, pertenece por vocación a ese apartado de artefactos bastardos y mestizos, que parecen germinar fruto de la amistad y de la casualidad. Y E.B.A. es el nombre que Alfonso Casasnovas y Alan Boguslavsky adoptaron para este proyecto, músicos con un currículo alejado sobre el papel pero compartiendo encuentros y claves comunes. Estas canciones, que por su alineación con un sonido americano fronterizo, más o menos reconocible, parece que se hallaron huérfanas allá cuando se publicaron en 2003, adelantándose en cierto modo a la enorme exposición que ahora sí que tienen estos estilos. Pero veamos más allá porque si bien puede valer esa etiqueta, el todo es pues mucho más que la suma de las partes, como se aprecia al comprobar que el disco empieza de una manera para luego seguir de “otras” bien diferentes, en una especie de trova mutante con una mano en El Portillo y otra en El Paso, que va haciendo la ronda entre brisas de guitarra, confesiones arrebatadas y/o alucinadas, falsetes relajados y juegos bilingües. “No quiero ser aquél tipo del año pasado”, dice el tema de apertura. Si tú tampoco, escuchar estas canciones puede ayudar.

domingo, 9 de enero de 2011

Say Sha Sha.


El pop tiene esas cosas tan buenas. Cada cierto tiempo aparece un imberbe que se maneja con pasmosa facilidad/habilidad en lo de componer e interpretar canciones de porte clásico, sin aderezos, ni coartadas artys. En Sha Sha, publicado en 2002, el talentoso Ben Kweller, alternaba reconfortantes baladas a piano y gozosos riffs de guitarra para retratar esa música americana sobre la que aparentemente siempre resulta muy poco atractivo hablar pero que tampoco se prodiga tanto en disco, al menos en discos buenos.