Una guitarra perezosa marca la pauta en esta canción frágil antes de que asome la voz contenida de Glen Hansard. Luego, un paso lento a punto de quebrarse en cualquier momento y hasta cuando se derrama la electricidad, con sumo sigilo. Un viaje hasta la playa retenido o rememorado dentro de este artefacto atemporal donde destacan esos paisajes urbanos acogedoramente decadentes y el paseo relajado de sus protagonistas; quienes, ante la confusión y apatía reinante, pretenden trascender buscando respuestas por medio de una suplica a una estrella que se me antoja de cartulina. En Dance the devil.. (1999), The Frames y antes de liberarse completamente con su siguiente disco, entregaban clásicos de su repertorio como Star Star, que no detiene el tiempo pero que siempre logra perdurar.
2 comentarios:
Una canción preciosa, muy evocadora...parece que se fuera a romper en cualquier momento. Esa fragilidad que transmite...
bEsOs.aNa.
Hola, Ana! Gracias por tu comentario, me alegro de que te guste. The Frames son muy grandes y esta es casi la mejor canción de cuna que se ha escrito.
Publicar un comentario