Ejemplo de lo que a finales de los 90, viniendo desde fuera de los grandes estudios tenia cierto potencial comercial. Escrita y dirigida por Don Roos y protagonizada entre otros por Christina Ricci, Lisa Kudrow y el indie star Martin Donovan, contaba las desventuras de una chica de 16 años que cree saber un montón de cosas sobre la vida (y que al final, resulta que las sabe) y que decide marcharse de su agitado hogar familiar para ir en busca de su hermanastro, un profesor de literatura que vive en la casa de su pareja fallecida, y para hacer lo que le da la gana, no necesariamente en este orden. Todo se complica, evidentemente, y lo hace cuando la chica, según dice, se queda embarazada del novio de su hermanastro.
Lo bueno está en un ocurrente guión que condiciona también la manera de contar la historia: la voz en off de la adolescente aparece y desparece de escena alterando la cronología a su antojo y comentando con sarcasmo los tópicos que aquejan a esas películas de “iniciación a la vida”. Sin embargo, eso es sólo un elemento más entre muchos diálogos memorables. Si quieres saber que es lo opuesto al sexo, tienes que verla, claro.
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