Teddy Thompson, hijo de Linda T. y Richard T., ilustres folk-rockers británicos, hizo un segundo disco con una templanza de veterano: Separate ways, que es también una colección de rupturas sentimentales o de una ruptura desde varios ángulos. De cómo rodearse de gente con más talento que uno y ponerlos a todos en su sitio sin que estorben. De cómo hacer un disco con arreglos ajustados sin dejarse anular por la estandarización del buen gusto. De cómo sonar clásico sin sonar a revisionista. De cómo ser moderadamente brit sin que se note la querencia americana. O de cómo mirar atrás sin amargura para desgranar trece canciones de línea clara de las que no admiten mejoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario