Son muchos los directores que son condenados al ostracismo y a la incomprensión que supone el ser considerado un director artesanal. Resulta paradigmático el caso de los John : Badham, Frankenheimer, Glenn, Mackenzie, McTiernan o incluso Carpenter. Todos ellos, directores que sólo puntualmente son considerados como algo más que competentes técnicos que saben contar una historia con eficacia. Tsui Hark, a pesar de su nombre chino entra por derecho en el panteón de los John pues si un día fue considerado el director indie más prometedor de la camada ochentera del cine de Hong Kong pronto tuvo que ceder ante nombres menos evidentes pero también menos inspirados como Ang Lee. Una de las mejores películas de Jean-Claude Van Damme es suya. Knock Off (En el ojo del huracán) es una estimable historia de espías, mafia rusa y prendas de vestir falsificadas cuya inteligente realización se impone firme al marciano argumento.
La película, que no es un ejercicio de estilo sino una cinta de aventuras sazonada con golpes cómicos, no escatima homenajes al cine de acción de los 80 mientras ofrece un concienzudo trabajo de cómo mover el objetivo y donde colocarlo buscando un sentido a cada plano y siempre en apoyo del ritmo que demanda la historia que se relata. Invito a descubrirla de nuevo pues el cine de género no debe ser menospreciado por su naturaleza cuando el director, siendo consciente del instrumento que tiene entre manos, no se limita a cumplir con el expediente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario