viernes, 15 de agosto de 2008

15 momentos señeros en la Historia del Rock Celta (1975-2005).

Alan Stivell. E Dulenn-In Dublín (1975). Imbuido de pleno en la estética hippiosa y setentera del folk-rock a la toma pacífica del Estadio Nacional de Dublín, ratificando conexiones culturales entre las naciones celtas y vibrando con orgullo pero sin caspa. Canción: Ha Kompren't 'Vin Erfin?

Runrig. Publicando The Highland Connection (1979) un segundo disco que inicia una leyenda y más de 30 años de Historia Musical en negrita. Rock paisajístico de combate y rescate noble de una lengua que perecía. Canción: Gamna Gealla.

The Pogues. El punk no nace ni se hace sino que se arrastra como puede. La lírica genial de Shane McGowan, el último hombre al que le prestarías tu casa, insuflaba carisma a una banda que ya había visto que la vigencia del rock celta pasaba más por la actualización de la actitud que por la renovación instrumental. Rum, Sodomy & the Lash (1985), brillaba en las grandes ligas del pop haciendo equilibrismos como un beodo. Canción: Dirty Old Town.

The Waterboys. La piedra filosofal y la carta de crédito del género (la única) ante la comunidad indie. Fisherman´s blues (1988) es una obra fuente que aúna en unas sesiones míticas a una brigada de músicos excepcionales bajo el mando iluminado y consciente de un Mike Scott, todavía no reconocido como se merece. Canción: Fisherman´s blues.

Immaculate Fools. La última intentona de arañar las listas de éxito era una pedrada. En The toy shop (1992) estaban cabreados y con un punto amargo, daban los últimos vistazos al camino que se perdía. Pese a todo, las guitarras crujían como nunca en sus airados alegatos contra la ignominia y la estupidez. Canción: Bed of tears.

The Drovers. La banda sonora de la película Blink (1994) contenía tres canciones que eran la máxima expresión de un género efímero. Una fotografía de cuando el rock se legitimó bebiendo de la angustia existencial y juego de similitudes e identidades entre la música celta y el indie. Canción: The boys and the babies/Is Graig here?

Oysterband. Rehacen su cancionero con Trawler (1994). Un disco que reconstruye y actualiza el folk-rock británico, lo urbaniza y lo endurece en pleno fervor antisistema desde las trincheras y desde la oscuridad. Canción: Granite Years.

Ashley MacIsaac. El síndrome de Peter Pan y Leonardo DaVinci en dosis masivas y sin control facultativo. Hi how are you today? (1995) era una pregunta retórica que respondió un álbum después y el disco, una demostración de fuerza con vocación de referente y resultado inapelable. Renovación, entre caprichos guitarreros y electrónicos. Canción: Wing-Stock.

Brigid Boden. Antes de que Madonna se reinventara seriamente, esta mujer publica Brigid Boden (1996) y desaparece con un tratado de música pop que hermana dance y música celta con una naturalidad inédita. Principio y fin de un estilo nuevo en una obra imperecedera. Canción: Spirits never part.

Wolfstone. Con The Half Tail (1996), la banda hacedora de las mejores canciones de rock celta instrumental de todos los tiempos, depura y afila su estilo en una obra de ingeniería sónica de referencia. La precisión rítmica y la contundencia en un mismo habitáculo. Canción: Gillies.

Levellers. Mouth to mouth (1998) era un acercamiento afortunado a la vera del british pop más exitoso sin abandonar el perfil callejero e inquieto de la banda. El rock celta se estiliza con un productor de postín y mucha ambición. Allí donde se tocaban The Clash, The Beatles, Oysterband y Radiohead estaban ellos. Canción: Beautiful day.

The Whisky Priests. Los auténticos hijos del pueblo, de su pueblo. Here comes the ranting lads! (1999) es un testamento en directo construido a base de una honestidad apabullante. Cuando se es tan, tan local, es imposible llegar a ser universal pero el caso es morir en el intento. Canción: A better man than you.

Runrig. Renacimiento. In Search of Angels (1999) es para Runrig lo que para John Travolta fue Pulp Fiction. Tarantino se llama Bruce Guthro y no se mira en ningún espejo cuando canta. Nunca una voz luminosa y feliz había transmitido tanto en tres segundos. Canción: Maymorning.

Carlos Núñez. En Os amores libres (2000), el gaitero hace saltar todas las bancas. Experto buscador de conexiones, virtuoso y aglutinador de personalidades contrapuestas deja constancia de lo que la música celta fue y será. Y más aún de lo que pudo ser, que se hace presente en este disco con la ayuda de gente como Mike Scott o Liam Ó Maonlaí. Canción: Raggle Taggle Gipsy.

Dropkick Murphys. En The Warrior´s Code (2005), se hacen adultos y se adulteran para bien con la furia controlada pero más visceral que nunca. Las palabras de Woody Guthrie son una plegaria desgañitada cuyo eco permanece en todas las esquinas de Boston. Canción: I´m shipping up to Boston.

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