En Let the dominoes fall hay una vuelta a lo básico con estupendos resultados. Punks, rocncaroleros, sincopados y folkies, Rancid renuevan su vigencia con un disco exultante y en el que se reivindican como referentes de la escena. La distinción de esta gente es modelar unas composiciones a base de guitarra-bajo-batería, despojándose de efectos y sobreañadidos y demostrando que la veterania no es una excusa para sacar discos. Y además está Civilian Ways, otro himno (pero esencial) para seguir respirando en el camino, aunque el polvo arrecie.domingo, 14 de febrero de 2010
Let the dominoes fall.
En Let the dominoes fall hay una vuelta a lo básico con estupendos resultados. Punks, rocncaroleros, sincopados y folkies, Rancid renuevan su vigencia con un disco exultante y en el que se reivindican como referentes de la escena. La distinción de esta gente es modelar unas composiciones a base de guitarra-bajo-batería, despojándose de efectos y sobreañadidos y demostrando que la veterania no es una excusa para sacar discos. Y además está Civilian Ways, otro himno (pero esencial) para seguir respirando en el camino, aunque el polvo arrecie.
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