domingo, 11 de marzo de 2012

The truth about us.



El disco que amplificaba las expectativas de Tim Easton y lo elevaba por encima de la electricidad de raíz americana para lanzarlo más allá, era este. También era una segunda grabación donde mostraba un desprejuiciado abanico sonoro y un enorme talento como compositor de canciones. Hay en sus surcos digitales un cierto aire de sofisticación. El mérito es de las partituras pero creo, que lo que más llama la atención es la aportación de la atmosfera que preside y que otorga unidad a todos los cortes; de como unas canciones con un dominante gen americano suenan tan etéreas y tienen tanta luz. Es así en Carry Me, Get Some Lonesome, I Would Have Married You o cualquier otra, que caminan por la ciudad sin apenas ruidos de fondo, los mismos que se oyen de lejos cuando la dejan atrás.

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