domingo, 16 de marzo de 2008

The Hold Steady: puentes elevados y patatas fritas.

Comulgo con la teoría salvavidas de que el rock es actitud y de que se hace valer más por su fondo que por su forma. Pero se ha hecho un mal uso de esa tesis porque los rockeros se mantienen dentro del circuito y del rollo rock aún cuando dejan de hacer rock.

Luego están esa chorradas con ínfulas: que si ahora grabo con la sinfónica de Bratislava, que si me pongo un sombrero vaquero, que si mi historia es el jazz, que si adapto en versos libres el pensamiento “infrarealista”. Y claro, empiezas a mirar y el rock ya no está por ningún lado. Moraleja: si haces rock no te pongas a decir que haces rock adulto y evitaras suspicacias. En el otro extremo están The Hold Steady, que son una banda de Brooklyn que hasta podría decir que hacen “rock literario” sin sonrojarse. Tienen tres discos hasta la fecha, el debut Almost Killed Me, el conceptual Separation Sunday y el avasallador Boys and Girls in America.

Imaginaros a un tipo de edad indeterminada con pinta de humorista salido del Saturday Night Live de los 80 (es decir, su aspecto tiene más que ver con John Belushi o Steve Martin que con Lou Reed o John Cale). Casi como poseído por un megáfono años 70, vocifera y dispara palabras atropelladas y te abruma con referencias locales y culturales. Detrás de esa voz muchas guitarras, muchos riffs y algunos pianos. Y si, si, Springsteen también pero ellos son The Hold Steady. No te quepa duda de que hacen rock.

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